jueves, 26 de junio de 2008

ESPERANZA


El desaseado vagabundo se pone a caminar con decisión alejándose de sus amigos, los yonquis y buscavidas de la playa. Yo pienso que se dirige a mi encuentro. O más concretamente, al encuentro del objetivo de mi cámara que, creo, ha vislumbrado con su legañosa ojeada. Y me asusto.

Pero es un amago. Cuando, frente a las duchas, realiza un etílico giro de noventa grados y golpea impulsivamente el pulsador en un arrebato de genialidad, millares de gotas acaban circulando por sus calurosas y mugrientas ropas velozmente. El refrescante flujo recorre los enguedejados bucles de su barba y la esperanza, en forma de frescor veraniego, inunda toda la imagen.




2 comentarios:

Marina Culubret Alsina dijo...

y entre la nube acuática que rezuma de él, un arcoiris fugaz nos muestra toda la paleta cromática de realidades, de primeros, segundos, terceros, cuartos y si hubiera quintos, pues quintos mundos.

me gustó como lo narraste.
:-)


saludos fresquitos,

cgamez dijo...

Gracias por el comentario.

Que disfrutes.