sábado, 27 de diciembre de 2008

GLAMOUR

Cuando suelta el micro, Sonia piensa en Victoria Beckham y el glamour. Después abandona la pandereta junto al amplificador, ingeniosamente colocado sobre un carrito con ruedas, y la cambia por la gorra con la que pasa a pedir:

-Un ayuda por favorrr.

Goran continúa ejecutando sus torpes armonías sonoras con el acordeón, escondido tras el repetitivo ritmo de los altavoces.

Se ha puesto un chándal rojo para estar cómoda. Aunque le sigue resultando imposible deshacerse de los zapatos de tacón que Goran le regaló pese al daño que le hacen al caminar. Cuando circula por entre los viajeros, pone esa triste y dulce mirada melancólica de las eslavas, violácea y difuminada. Al llegar al final del vagón se gira a observarle. Es tan guapo. Si no hubiera sido tan guapo no hubiera huido con él. Ni habría recorrido media Europa durmiendo en albergues de mala muerte, camas calientes o simplemente al raso. Lugares ajenos a sus sueños de escaparate.